Desde el Estado del Yo Adulto, Padre Positivo y Niño Natural Positivo. Cuando quieras establecer límites
utiliza peticiones realizables, considera los errores como
oportunidades de aprendizaje y resiste la tentación de regañar o
quejarte.
- Cuando los niños se portan mal y causan problemas, los adultos devuelven al niño la responsabilidad de
solucionar ahora o evitar estos problemas en el futuro de manera amorosa.
Ofrece empatía antes de habla de las
consecuencias, usa pocas palabras y acciones de forma amorosas,
retrasa las consecuencias cuando sea necesario y ofrece a los niños
el permiso de responsabilizarse y resolver sus problemas.
El proceso del PAN.
- Control compartido: gana en
control cediendo el control que no necesitas (y, a menudo, el control
que necesitas evitar).
- Pensamiento compartido / toma de
decisiones: Brinda oportunidades para que el niño participe con
la mayor cantidad opiniones-reflexiones- toma de decisiones.
- A partes iguales Empatía y
Consecuencias – La ausencia de ira hace que el niño pueda
pensar y aprender de sus errores. Tu ira bloqueará tu cortex y activará su amigdala, no podrá aprender nada, sólo reaccionar a tu ira.
- Padre Nutritivo Positivo: está
actitud siempre estará cerca para aconsejar y permitir que el niño
tome la decisión, consciente de que es educativo que el niño cometa
la mayor cantidad de errores en los momentos que los daños no sean
graves.
Los 4 estilos de educar
El padre del helicóptero
(Permisivo- P Nutritivo -): este tipo de padre navega alrededor
del hijo, lo rescata y lo sobreprotege. Miman, rescatan y son
sobreprotectores. Usan el control emocional y la culpa, y son
intrusivos. Persiguen, se quejan y juegan a la víctima. Toman
decisiones por “el bien de los adolescentes” y se lo justifican.
Suelen juegan a “Si no fuera por mi”, o “qué he hecho yo para
merecer esto”, “Con lo que he hecho por tí” y todas sus
variables.
Envían mensajes como:
“Eres frágil
y no puedes hacerlo sin mí”. “Necesitas que ejecute la
interferencia”.
“Necesitas
que te proteja”.
“No puedes
lograrlo en la vida sin mí”.
El padre sargento instructor
(Autoritario- P Crítico -): este tipo de padre exige que sus
hijos lo hagan ahora, a su manera ¡¡SI o NO!! Son inflexibles,
sermoneados y controladores. Usan palabras ásperas y humillaciones,
muestran enojo, castigan, y algunas veces son crueles. Son
dominantes, críticos, agresivos, intrusivos (a veces con un dedo
apuntando). No ofrecen opciones y dan muchas órdenes de “deberías”.
Juegan a “Ahora te agarré desgraciado”, “Si no fuera por mi”,
Ellos envían mensajes como:
“No puedes
pensar”.
“Tengo que
pensar por ti, mandarte y decirte qué hacer”.
“No eres
capaz de hacerlo “.
El padre negligente: están
emocionalmente ausentes, físicamente ausentes y no están
disponibles. Son indiferentes, no comunicativos, distantes, absortos
en sí mismos, no comprometidos, desestructurados, desapegados y, a
veces, crueles.
El padre Consejero/Consultor
(Respetado): estos padres dan apoyo y empoderamiento. Creen en
sus hijos y dan la bienvenida a los errores como una oportunidad para
aprender. Comparten historias personales de éxito y fracaso, ofrecen
opciones, guías para explorar alternativas y permiten que las
consecuencias ocurran naturalmente. Modelan un comportamiento
responsable y compasivo, y creen que hablar menos es lo mejor.
Ellos envían mensajes como:
“Será mejor que piense por ti
mismo porque la calidad de tu vida tiene mucho que ver con las
decisiones que tomes”.
Los 4 pasos para fomentar en los
niños la autonomía
Dale al niño una tarea que puedan
manejar.
Confía en que la puede hacer.
Permite que los resultados sean
valorados a partes iguales con empatía y las consecuencias que se
deriven.
Repetir la misma tarea.
Los 5 pasos para acompañar a
los niños en su responsabilidad de resolver sus problemas:
Empatía – “Qué
triste”. “Apuesto a que eso duele”. “Puedo entender
que no te guste”
Enviar el mensaje de poder:
“¿Qué crees que puedes a hacer ahora?”
Ofrecer opciones: “¿Te
gustaría saber lo que otros niños hicieron?”
En este punto, ofrezca una
variedad de opciones que van desde las malas hasta las buenas
decisiones. Por lo general, es mejor comenzar con las malas
decisiones. Cada vez que se ofrece una opción, continúa con el
paso cuatro, obligando al niño a expresar las consecuencias en sus
propias palabras. Esto significa que va a ir y venir entre los
pasos 3 y 4.
Haz que el niño reflexiones
sobre la consecuencia de las opciones: “¿Y qué ocurriría
con ..?”
Dar permiso para que el
niño resuelva el problema o no lo solucione
“Buena suerte.
Espero que te funcione.”
No te preocupes. Si el niño es lo
suficientemente afortunado como para hacer una mala elección, puede
tener una doble oportunidad de aprendizaje.
Consecuencias vs. Castigo
Las consecuencias (Padre Crítico
Positivo) expresadas con empatía (Padre Nutritivo) colocarán al
niño en modo de pensamiento / toma de decisiones (Adulto) y el
problema se convertirá en el “malo”, no el padre, el padre
seguirá siendo su figura de protección.
El castigo (Padre Crítico Negativo)
generalmente provoca una respuesta emocional, un deseo por parte del
niño de ser astuto (Niño Adapatado Sumiso o Rebelde Negativo) en
lugar de más responsable, y el padre se convierte en el malo, no en
el problema.
Consejos y trucos
Peticiones realizables
- Siempre expresa lo que el niño va a
hacer, no lo que cree que el niño debería hacer.
- Habla solo desde tu perspectiva porque
eres el único que puedes controlar.
- Asegurate de que realmente se puede
cumplir la petición que estás haciendo.
Retrasar las consecuencias
- Retrasar las consecuencias le da tiempo
para pensar en una buena y le da la oportunidad de obtener ideas de
otras personas y obtener el apoyo que necesitará para llevar a cabo
su plan.
- Cuando surja un problema y necesites
retrasar las consecuencias porque las quieres meditar o no se pueden
ofrecer, simplemente di: “Oh no. Esto es triste. (Niño)Voy a tener
que hacer algo al respecto (Padre C+). Pero no ahora, más tarde
(Adulto). (Padre N+) No te preocupes ahora, ya lo hablamos.”
- Deja que el niño piense que se ha
salido con la suya, y luego haz un plan con la ayuda de otros
(Adulto) y lleva a cabo el plan si el niño se niega a resolver el
problema por su cuenta.
Dar opciones
Da tantas opciones como pueda mientras
el coste sea pequeño para que puedas ganar control cuando las
apuestas sean más altas.
Al dar opciones, comienza con frases
como:
“Puede ser mejor para ti …”
“preferirías …”
“Siéntete libre de …”
“Tú puedes elegir cualquiera …”
Solo da opciones con las que puedas
estar de acuerdo.
Recuerdo que una de las técnicas de
atención al cliente es ofrecer varias soluciones que sean buenas y
posibles para la empresa, el cliente siempre pensará que son
opciones personalizadas y que se le tiene mucho en cuenta, es verdad,
pero es un gana-gana.
Nunca des una opción antes de que
hayas discutido sobre la norma o petición original y sus
consecuencias. Si esto no se menciona el niño puede creer que le es
fácil manipular.
Lenguaje PAN
Usa frases cortas cuando la
explicación no sea necesaria o te arriesgas a iniciar una discusión
sin sentido.
No tengas miedo de ser un disco
rayado.
Prueba estas frases cortas que te
sugiero. Elige una o dos que funcionen para ti.
“Buen
intento”.
“Probablemente
sea así”.
“Te quiero
demasiado para discutir”.
“Podría
ser”.
“Probablemente
te lo parezca”.
“¿No te
alegras de que no lo crea?”
“Espero que
superes ese sentimiento. Te quiero un montón.”
Otras sugerencias:
La pregunta que queremos que se
hagan nuestros hijos es “¿Cómo me afectará la próxima
decisión que tome?”. (Adulto) Los niños que tienen padres
que toman todas las decisiones por ellos no aprenden a tomar sus
propias decisiones. Entonces, cuando necesitan tomar una decisión,
no la toman, se sienten incapaces. Tomarán sus decisiones en base
de lo que es correcto para los demás o como pueden ocultar sus
decisiones a los que les rodean.
Los padres pueden elegir cómo
lidiar con cualquier situación. Pueden despotricar y delirar, ceder
y asumir y alejar el problema del niño, o pueden permitir que las
consecuencias las asuma el niño, lo que a su vez creará una
lección de por vida.
Los niños necesitan sentir que
están haciendo una inversión en su hijo para tomárselo en serio,
creer que eso será bueno para ellos.
Los niños deben entender que la
confianza se basa en hacer y mantener acuerdos. Cuanto mas
los acuerdos que se mantengan, más
confianza se construye. Cuantos más acuerdos no se cumplan, más se
rompe la confianza y el niño se da cuenta de cuántas veces al día
puede un padre confia o no confía en ellos.
Recuerda escoger sabiamente tus
luchas de poder o batallas. No vale la pena pelear por muchas cosas.
Si eliges la pelea, mejor si la ganas
Nunca discutas con tus hijos. No
vas a ganar
No fastidies o recuerdes una y
otra vez. Diles lo que necesites una sola vez. Son lo
suficientemente inteligentes como para recordar si es importante
para ellos.
Hable sobre las cosas que a tu
hijo le gusta hacer y explica exactamente lo que necesitas ver de él
/ ella con el fin de obtener su compromiso de cambio (esto sucede
cuando se ha producido un mal comportamiento).
Permitir que un niño tenga el
poder de acceder a las cosas que son importantes para él / ella.
Ellos elegirán las cosas más importantes para ellos. No elijas por
ellos.
Preservar la relación a toda
costa. Haz que el problema sea el comportamiento, no el niño.
Cuando necesite hablar con el niño
sobre su comportamiento, hazlo en aguas tranquilas cuando todo esté
bien.
Puedes pedirles que propongan
soluciones de lo que debería suceder cuando se produce un mal
comportamiento.
Ten un plan B en caso de que no
cumpla con su compromiso cuando surge un problema.
Después de usar 5 pasos, las peticiones
realizables exigibles, las consecuencias demoradas y las frases
cortas y que asuma su responsabilidad, aléjate. No te quedes para lo que podría
convertirse en una discusión sin sentido o una lucha de poder. Vuelve con lo que estabas haciendo
para demostrar que tu vida continúa y no estás preocupado por eso. Tu no tienes un problema, recuerda, el problema a resolver lo tiene él.
¡Sonríe! Tú elige si te sientes
feliz con tu rol o te quedas triste y frustrado. Las consecuencias
para el niño si las dices con una sonrisa empática son mucho más
fácil de tragar.
Fuente: Parenting with Love & Logic Forster Cline, M.D. & Jin Fay