Este es el equivalente de un juego de póquer en la que A juega una mano invencible. Su interés está en que B quede completamente a su merced, más que en el beneficio económico que pueda recibir.
He aquí un ejemplo de la vida real: A hace un contrato con B para arreglar su coche. El coste total es convenido de antemano. Cuando B presenta factura, hay un cargo extra por algo que no se había acordado.
A va al taller de B indignado, le insulta y critica gravemente su falta de honestidad y su actuación. A se siente completamente justificado para volcar su ira contra B, ya que técnicamente está en su derecho. Sin embargo A, podría haber tratado la situación tranquilamente con una negociación de adultos, pero ese no es interesante para el jugador.
A descarga una increíble cantidad de ira en el pequeño error cometido por B, aunque en el fondo está encantado de tener la oportunidad de hacerlo. Toda su vida está activamente buscado tales pequeñas injusticias, simplemente para poder explotar, enfurecerse e insultar a otros. La recompensa está en sentirse superior y que se les permita liberar el enojo.
B no es siempre una víctima inocente, a menudo juega una versión del “Pateame”. A menudo, reconoce en A a un jugador de “Ahora te tengo desgraciado” y le provoca deliberadamente a terminar el juego.
