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El juego psicológico del “Si tan solo”

El juego psicológico del “Si tan solo” es un patrón de interacción en el cual las personas se culpan a sí mismas o a los demás por no haber actuado de una manera diferente en el pasado, creyendo que si hubieran tomado decisiones diferentes, la situación actual sería mejor. Este juego es una forma de evitar la responsabilidad personal o de evadir la realidad presente al enfocarse en lo que “podría haber sido”.

Estructura del juego

El juego del “Si tan solo” generalmente involucra tres roles: el Víctima, el Perseguidor y el Salvador.

– Víctima: La persona que se encuentra en el rol de la Víctima a menudo lamenta las decisiones pasadas y se culpa a sí misma o a otros por las consecuencias negativas actuales. Suelen sentirse impotentes y desamparados ante la situación.

– Perseguidor: En este contexto, el Perseguidor puede ser la voz crítica interior de la persona que juega el juego, o incluso otras personas que señalan los errores pasados de la Víctima y refuerzan su sentido de culpa.

– Salvador: El Salvador puede ser alguien que intenta consolar a la Víctima, pero también puede caer en el juego al intentar resolver los problemas pasados en lugar de abordar la situación actual.

Dinámica del juego

El juego del “Si tan solo” puede llevar a un ciclo repetitivo de culpa, negación de la realidad y evasión de responsabilidad. Las transacciones pueden ser del tipo Paralelo, donde la Víctima busca consuelo y el Salvador intenta proporcionarlo, o del tipo Cruzado, donde el Perseguidor critica y la Víctima se siente aún más culpable.

Ejemplo:

Imagina a alguien que está atravesando una dificultad financiera debido a decisiones de inversión pasadas. Si esa persona se encuentra atrapada en el juego del “Si tan solo”, podría decirse a sí misma cosas como: “Si tan solo no hubiera invertido en ese proyecto, no estaría en esta situación”. Esta actitud de autocrítica puede llevar a la evasión de la realidad presente y la falta de acción para abordar la situación actual. Otros pueden intentar consolar a esta persona diciendo: “No te preocupes, todos cometemos errores”. Aunque bien intencionado, este comentario puede perpetuar el juego al evitar enfrentar la situación actual y aprender de ella.

Salida del juego

Salir del juego del “Si tan solo” implica tomar responsabilidad por las decisiones pasadas y aprender de ellas para tomar decisiones más informadas en el futuro. También implica enfrentar la realidad actual y buscar soluciones prácticas en lugar de centrarse en lo que pudo haber sido. La persona necesita moverse del estado del yo Niño al estado del yo Adulto para tomar decisiones racionales y asumir la responsabilidad por su vida presente.

En resumen, el juego psicológico del “Si tan solo” es una dinámica que puede mantener a las personas atrapadas en la culpa y la evasión de la realidad. Reconocer este patrón y adoptar una perspectiva más realista y responsable es fundamental para romper el ciclo y avanzar hacia una vida más plena y consciente.

Veamos un ejemplo:

Imagina a María, una mujer en sus treinta años, quien ha pasado por un divorcio doloroso en el que su matrimonio fracasó debido a problemas de comunicación y diferencias irreconciliables. Desde entonces, María se ha visto atrapada en la culpa y la evasión de la realidad relacionadas con su situación pasada.


Comportamientos de María:

1. Retroceso constante: María tiende a mirar hacia atrás y rumiar constantemente sobre las decisiones que tomó en su matrimonio. Se pregunta una y otra vez “¿Qué hubiera pasado si…?” y se culpa por no haber actuado de manera diferente.

2. Evita nuevas relaciones: Dado su miedo a cometer los mismos errores, María evita cualquier posibilidad de entablar nuevas relaciones. Siente que cualquier relación futura está destinada al fracaso debido a sus supuestas fallas pasadas.

3. Negación de la realidad: María puede evitar reconocer sus responsabilidades en la relación pasada y en el proceso de divorcio. Se enfoca en la idea de que todo es culpa de su ex pareja y se resiste a analizar su propio papel en la dinámica.

4. Inacción en el presente: Debido a su enfoque en lo que “podría haber sido”, María a menudo evade tomar decisiones en el presente. Puede procrastinar en situaciones importantes porque está atrapada en sus pensamientos de culpa y arrepentimiento.

5. Búsqueda de aprobación: María tiende a buscar constantemente la aprobación de los demás, buscando validación de que sus decisiones pasadas no fueron tan malas como cree. Si alguien la critica o cuestiona, puede reaccionar defensivamente y justificarse excesivamente.

6. Sacrificio personal: María podría sacrificar sus propias necesidades y deseos en un intento de demostrar que ha cambiado o enmendar el pasado. Puede tener dificultades para establecer límites y defenderse en situaciones que la afectan personalmente.

7. Retroalimentación negativa: A menudo, María busca retroalimentación que confirme su creencia de que su situación actual es una consecuencia inevitable de sus errores pasados. Esto la mantiene atrapada en su narrativa de culpa.

En resumen, cuando alguien está atrapado en la culpa y la evasión de la realidad debido al juego psicológico del “Si tan solo”, tiende a enfocarse en lo que pudo haber sido en lugar de enfrentar la realidad presente. Este enfoque puede llevar a una serie de comportamientos y patrones de pensamiento que perpetúan su sufrimiento y evitan su crecimiento personal y emocional.

Si María pudiera cambiar su enfoque y comenzar a enfrentar la situación actual en lugar de quedarse atrapada en la culpa y la evasión de la realidad, es probable que su comportamiento y su perspectiva cambien de manera significativa. Aquí hay un ejemplo de cómo María podría comportarse si se centra en la situación actual:


Como podría salir del juego María:

1. Autoexploración: María comenzaría a reflexionar sobre sus experiencias pasadas con una actitud de aprendizaje en lugar de culpa. Se permitiría analizar sus acciones y decisiones sin juzgarse duramente y buscaría comprender qué podría haber hecho de manera diferente.

2. Aceptación de la realidad: María dejaría de evadir la realidad y aceptaría que su matrimonio terminó. Reconocería que el pasado ya no puede cambiarse y que centrarse en el presente y el futuro es más constructivo.

3. Establecimiento de metas: María definiría metas personales y profesionales para su vida actual. Empezaría a tomar decisiones que se alineen con sus valores y deseos actuales en lugar de estar atada a las decisiones del pasado.

4. Apertura a nuevas experiencias: María estaría dispuesta a explorar nuevas relaciones, oportunidades y experiencias sin que su pasado la defina. Aprendería a confiar en sus instintos y tomar decisiones basadas en sus necesidades y deseos presentes.

5. Comunicación asertiva: María se comunicaría de manera más abierta y asertiva, expresando sus pensamientos, necesidades y límites de manera clara. Se alejaría de la búsqueda constante de aprobación y sería más auténtica en sus interacciones.

6. Aprendizaje de la experiencia: María reconocería que todas las experiencias, incluso las difíciles, pueden ser oportunidades para crecer y aprender. Aprendería a perdonarse a sí misma por errores pasados y a usar esos errores como trampolín para un crecimiento personal positivo.

7. Vivir el presente: María se centraría en el aquí y ahora, en lugar de quedarse atrapada en el pasado. Practicaría la atención plena y se esforzaría por estar presente en sus actividades diarias y en sus relaciones.

8. Responsabilidad personal: María asumiría la responsabilidad por sus acciones y decisiones en el presente. Se daría cuenta de que tiene el poder de influir en su vida actual y tomaría medidas para crear el futuro que desea.

De esta manera, si María cambia su enfoque y se concentra en la situación actual en lugar de estar atrapada en la culpa y la evasión, su comportamiento cambiaría hacia uno más positivo, empoderado y enfocado en el crecimiento y el bienestar personal.

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