Os voy a compartir un artículo encontrado en la red que me parece muy interesante. En el se plantea la problemática de la despersonalización en la comunicación humana y la falta de intimidad en las interacciones. Se señala qué el avance de la tecnología y las nuevas formas de comunicación han contribuido a estereotipar las interacciones, más ritualizada y vacía, privando a las personas del contacto auténtico y la intimidad. Se concluye que gran parte de la comunicación actual está impulsada por motivos de utilidad, donde todo lo que se dice parece tener como objetivo obtener algo, ya sea material o psicológico.
En este sentido, el análisis conciliatorio o análisis transaccional se puede entender como una magnífica herramienta para luchar contra ésta despersonalización de la comunicación. Primero se trata de comprender como funcionan los juegos psicológicos, que son interacciones manipulativas entre las personas. Entender que todos tenemos flaquezas que se “enganchan” en las provocaciones de los demás y participamos en los juegos psicológicos desde temprana edad, conformando con ellos nuestra personalidad. Estos juegos encubren la verdadera comunicación humana e impiden el acceso a la intimidad.
Es importante el objetivo del AT que busca como objetivo último recuperar la autonomía y la autenticidad en la comunicación. Por ello, necesitamos ser conscientes de nuestros propios juegos y desarrollar una escala de valores que guíe nuestras decisiones.
Quizas, se plantea el autor, el AT puede ayudar a desentrañar los patrones de conducta transgeneracionales y permitir el cambio hacia una vida más autónoma y consciente (los juegos se van heredando).
En conclusión, se destaca la importancia de enseñar autonomía y autenticidad a las generaciones futuras a través de una educación más humana y sincera. Se mencionan iniciativas como:
El movimiento Zeitgeist: el movimiento Zeitgeist es un movimiento social y cultural que busca promover un cambio en la sociedad a través de la conciencia crítica y la acción colectiva. El término “Zeitgeist” proviene del alemán y se traduce como “espíritu de la época” o “espíritu del tiempo”. El movimiento se enfoca en abordar y transformar diversos aspectos de la sociedad, incluyendo la economía, la política, la educación, el medio ambiente y la sostenibilidad.
Y las escuelas Waldorf: las escuelas Waldorf se centra en el desarrollo integral del niño, teniendo en cuenta su cuerpo, mente y espíritu. Estas escuelas se basan en la idea de que cada individuo tiene una naturaleza única y un potencial inherente que debe ser cultivado a través de una educación individualizada y basada en la experiencia.
Estos movimientos se mencionan como ejemplos de esfuerzos por buscar el equilibrio y la armonía. Se invita a reflexionar sobre nuestras propias potencialidades y la posibilidad de trabajar para el cambio personal y colectivo.