Si has desarrollado un Niño Adaptado Sumiso en el que reconoces que la vergüenza es la emoción más activa, o por el contrario tienes un Niño Adaptado Rebelde que se activa rápidamente blandiendo la espada de su arrogancia, entonces, muy posiblemente, estos Niños son el resultado de la relación que estableciste con una o mas figuras parentales que se comunicaban de una forma no amorosa. En esta comunicación se pudo haber utilizado de manera frecudente la crítica, el ridículo, la culpa, las etiquetas, o te ignoraban o descontaban o realizaban otras conductas humillantes hacia tu persona. Estas figuras quizá lo habían aprendido de sus propias figuras parentales y formaba parte de sus “creencias” de que la “letra con sangre entra” o “quién bien te quiere te hará llorar”. Quizá incluso, ahora formen parte de tus creencias y de tu contaminado Adulto y también lo estés utilizando para educar o relacionarte con los que dependen de ti.
Ambas, vergüenza y arrogancia, fueron las defensas que creamos para protegernos en el futuro de volver a experimentar el inmenso dolor de sentirnos heridos e impotentes ante ese ataque, y lo peor, evitar sentirnos desconectados de esa relación parental tan básica para nuestra supervivencia.
Eskiner diferencia las finalidades de ambas emociones, mientras la vergüenzan mantiene una esperanza inconsciente de que la otra persona asumirá la
responsabilidad de reparar el daño producido en la relación, la arrogancia conlleva
la negación de la necesidad de una relación.
El guión es un plan de vida basado en introyecciones y/o reacciones defensivas hechas bajo presión, a cualquier edad del desarrollo, que inhiben la espontáneidad y limitan la flexibilidad en la solución de problemas y en la relacion con la gente.
perspectiva del guión, la vergüenza se compone de la creencia del guión:
“Algo me pasa o hay algo malo en mi”, que se formó como resultado de esos mensajes parentales. Además, desde la
perspectiva del estado del yo, la vergüenza implica un autoconcepto disminuido complementario
a la crítica, un desplazamiento defensivo de la tristeza , miedo y una negación de
la ira.
contacto en la relación permanece como una esperanza inconsciente de
reestablecimiento de la realción y de una total aceptación por el
otro. Es como si el estado Niño (quizás el Pequeño Profesor) estuviera diciendo a aquellos que le ridiculizaron, “si me
vuelvo lo que tú defines que soy, entonces ¿me querrás?”
básica formará una base segura, confiable y no amenazante también en su estructura psicológica interna (diálogos internos).
Describir nuestro Crítico negativo interno es el primer paso y reemplazarlo por un Padre Normativo y Nutritivo positivo y un Adulto Mindful centrado en el aquí y Ahora es el segundo.