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Relaciones no conscientes, relaciones de influencia: Juegos Psicológicos, Parasitismo y Simbiósis


Los tres modos de
relación no conscientes son:

  • Juegos
    Psicológicos
  • Relaciones Parásita
  • La relación simbiótica.
        
Los restantes
modos serían conscientes:

  • Juegos de poder
  • Relación contractual

Juegos
psicológicos

Eric Berne que
hizo el análisis de los juegos psicológicos los definió como el intercambio de estímulos entre dos o mas personas que se da en dos niveles, un nivel aparente,”social”,
y un nivel oculto “psicológico”. Cada nivel moviliza a distintos
Estados del Yo. El nivel que interesa a los participantes es el  segundo, que es no verbal, “análogo”.

Los Juegos
Psicológicos se desarrollan a través de transacciones de doble sentido, o transacciones
ocultas.

El proceso
es: uno presenta un cebo, el otro jugador tiene una debilidad que le lleva a
entrar, a esto se le llama “enganche”, entonces el primer jugador
inicia un cambio de actitud en el diálogo (cambio en el Estado del Yo) y el
segundo jugador se lleva una sorpresa ante lo inesperado del giro, o sea: un
cambio de rol o de tema.

El juego se
aprende en la infancia para obtener algún tipo de atención del entorno,
“por falta de una opción mejor.”

El Juego se
produce a nivel inconsciente, los jugadores obtienen “beneficios” (Caricias)
y sus juegos son complementarios.

Claude
Steiner (La otra cara del Poder) dice que tenemos varias razones para jugar:

1.- Una forma
de saciar erróneamente (“amartano”) el hambre de reconocimiento
(“ganancia” biológica).
2.- Una forma
de estructuración del tiempo que denominamos pasatiempo (“ganancia”
social).
3.-
Confirmación de una Posición Existencial (actitud ante la vida) equivocada
(“ganancia”existencial).
4.-
Protección contra el miedo a ser desenmascarado y que se me conozca como soy.
5.- Evitar la
intimidad.
6.- Procurar
que los otros hagan lo que no quieren hacer.

Relación
parasitaria

Desarrollado por Fanita English. Es una
relación complementaria de una persona desde su Estado del Yo Niño tipo
“sumiso” o “rebelde” a otra persona con  tipo de pseudo Padre “Ayuda” o
“Autoridad”. La relación es rígida. El primero espera los signos de
reconocimiento hacia su Niño y el segundo espera lo mismo hacia su estado
“Padre” y cada uno obtiene lo que andan buscando.

Esta relación también se origina en la infancia
y se lleva a cabo fuera del ámbito de la conciencia. Las personas obtuvieron
señales de reconocimiento por sus emociones y sus comportamientos no auténticos,
mientras que sus sentimientos y comportamientos auténticos y espontáneos
molestaron y fueron reprimidos.

La relación parásita da la impresión de una
caricatura. Es como si las personas hicieran un teatro. Su discurso suena falso.
 Sin embargo, ellos lo perciben como
genuino y se sienten dañados si dudamos de su sinceridad. Los signos de
reconocimiento que obtienen no alimentan realmente su corazón. La relación es
estereotipada. El proceso lleva a que uno de los dos se cansa y empieza
a enviar señales al otro de querer acabar este tipo de relación. El anunciar a
la otra parte que va a ser privado de su fuente de reconocimiento de señales es
el “Switch”, el giro dramático, que ocurre también acompañado de un cambio de Estado
del Yo.

Cuando la relación parasitaria funciona,
las transacciones son simples y paralelas, que van desde el Niño al Pseudo
Padre y viceversa. Las personas que buscan este tipo de relación se encuentran
con gran facilidad.

La
relación simbiótica:

Cada parte de la relación actúa con determinados
Estados del Yo: uno está en el Niño; en el otro, es el Adulto y el Padre.

Para solicitar la simbiosis, se utiliza una
transacción angular desde el Niño, con un estímulo a nivel social de
Niño-Adulto y a nivel psicológico un estímulo de Niño-Padre.

       
Para ofrecer la simbiosis,  se ofrece un estímulo de doble mensaje
Adulto-Niño a nivel social y Padre-Niño a nivel psicologico.

Si el nivel psicológico se ignora, el tipo
de relación simbiótica no engancha, si se responde, se produce el enganche.

Petición de simbiosis:

• Voy a necesitar un taxi para ir a la
estación, dijo Pedro.
La petición del
Niño está implícita. A nivel de estímulo social es Niño-Adulto, la ulterior es
una petición para que te hagas responsable de mi necesidad, es un estímulo de
Niño a Padre. Seguramente esta ulterior está emitida desde una expresión no
verbal adecuada.

No se crea la
simbiosis si el receptor de este mensaje no engancha, o ignora la ulterior, y
simplemente contesta:

Si, tu puedes
reservarlo ya.

Sin embargo , si
responde “No te preocupes, yo ahora te llevo” la simbiosis se ha
creado.

Oferta de simbiosis:

A qué hora es tu
tren? dice Juana a Pedro que le ha ido a visitar.
A nivel social,
Juana pide información sobre una necesidad de Pedro, pero a nivel psicológico,
su Padre está ofrecendose a cargar con la responsabilidad de Pedro. La oferta
simbiótica puede ser ignorada o aceptada. Imaginemos la siguiente escena  con la aceptación de la oferta

A las
10
       
De
acuerdo,  yo tengo el tiempo de dejarte
en la estación
       
No
vale la pena
       
Si,
si no me importa
       
En
ese caso, estupendo

La característica de estas relaciones
simbióticas es la ausencia de petición explícita y la búsqueda de dependencia. La
ventaja de la comunicación implícita es que podemos rechazar sin ofenden y sin
esperar los agradecimientos.

Estos tres escenarios describen una
comunicación no directa, teatral y que busca influencia no consciente y
recíproca.
Dejo para otro momento la descripción de
las dos formas conscientes de relación:

Juegos
de poder
Relación
contractual
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