Padre Crítico negativo (-PC)
La emoción de la alegría en el Estado del yo Padre Crítico es destructiva cuando el hecho de que puedas controlar a otros y ejercer poder sobre ellos te da placer. Si puedes sentir este placer al ejercer como Padre Crítico, no serás popular y es posible que acabes viendo a los que sometes ir desapareciendo de tu lado con el paso del tiempo.
¿Por qué? Porque descuentas sus necesidades. Te conviertes en un perseguidor. Mantienes una relación “Estoy bien”, “No estás bien”. Predicas y les dices a los demás lo qué tienen que hacer e incluso puedes sentir euforia al hacerlo.
Padre Nutritivo negativo (-PN)
Te preocupas demasiado y descuentas el potencial y la capacidad de los otros para resolver sus propios problemas. Estás siempre dispuesto y feliz de ayudar. Aparentemente puedes parecer muy agradable y útil.
¿Cuál es el problema aquí? Esta actitud podría estar descontando tus propias necesidades, convirtiéndote incluso en un mártir de ti mismo. Hay demasiado sacrificio de tus necesidades y eso te crea un vacío doloroso. También descartas la capacidad de los otros de resolver sus problemas por sí mismos. Te conviertes en un salvador. Mantienes una relación “Yo Estoy bien”, “Tú No estás bien”. Con esta actitud piensas que los otros sólo pueden estar bien si tú haces un esfuerzo extra. Pero ten cuidado, porque nadie te pidió ayuda.
Niño Sumiso negativo (-NS)
Seguir a otros y decir que sí, mostrar obediencia, ser sumiso y dejarse guiar, pertenecer a algún lugar o grupo puede brindarte protección y sentimientos de seguridad. Esto puede ser también placentero para el Niño Sumiso. Esta lealtad puede ser recompensada. O puede convertirse en una víctima una vez que se da cuenta de que ha descartado otras opciones u otros recursos o el desarrollo de sus habilidades para actuar o decidir de otras maneras. Podría estar siendo utilizado por otros para su beneficio. Yo no estoy bien, tú estás bien es la base de esta alegría. Anhelas la aceptación y reconocimiento. Al ser aceptado, dirigido y acogido por personas OK (por ejemplo, tu jefe o tu profesor), puedes pensar que tú también estás OK. “La misma pandilla, ¿eh?” Es una relación condicional que puede consumir demasiada energía después de un tiempo. El rol desde el que se actúa es el de Víctima.
Niño rebelde negativo (-NR)
Resistir ante una situación y actuar a tu manera, en contra de las normas que otros aceptan, puede darte satisfacción y la ilusión de independencia. Puede ponerte en un papel de perseguidor, aunque finalmente puede encontrarte en una posición de víctima cuando se te abandona o incluso te excomulga. “¡No! Iremos a otro lugar” puede ser tu reacción a una invitación para un evento de tu empresa. Mostrar tu resistencia y separación de los demás puede darte placer, especialmente si los miembros de tu equipo lo respetan. Es posible que no veas el panorama general y descuentes la razón que hay detrás del evento y también el objetivo del mismo.
Niño libre negativo (-NL)
En determinadas circunstancias, te sientes tan bien, estás disfrutando tanto que distorsionas, malinterpretas o descuentas las necesidades de otras personas. Los demás te ven como un perseguidor. Cuando, por ejemplo, bailas en el medio de la pista de baile en la fiesta de forma irrespetuosa, pisando los piés de los demás. Todo el mundo empezará a criticarte. Esto inmediatamente puede ponerte en el rol de Víctima y quitarle la alegría. Si alguien parece feliz y optimista, eso es genial. Pero cuando otros necesitan “perjudicarse con ello”, esa es una historia diferente.
2- Estados del yo desadaptativos y emociones destructivas: miedo
3- Estados del yo desadaptativos y emociones destructivas: ira
4- Estados del yo desadaptativos y emociones destructivas: tristeza
5- Estados del yo desadaptativos y emociones destructivas: sorpresa
6- Estados del yo desadaptativos y emociones destructivas: asco
7- Estados del yo desadaptativos y emociones destructivas: desprecio