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Procrastinación, Niño y Padre tomando el control

La
procrastinación definida en términos de Análisis Transaccional la entenderíamos
como la manera en la que gestionamos el tiempo dependiendo de que Estado del
Yo tenemos activado. E Niño, Padre o Adulto trabajan y perciben los problemas de forma diferente. 
EL NIÑO: Recordemos que el Niño sigue el principio
de placer y evitar el dolor. Cuando estás en ese estado, rechazas esas tareas que
parecen aburridas, densas o demasiado difíciles. La actividad preferida del
Niño es aquella en la que no hayan presiones de “tener que terminar
algo” con un objetivo. Sus actividades favoritas son las de conversar con
amigos, festejar y otras actividades de ocio. Desde que las redes sociales e
internet existen, el Estado Niño puede pasar horas divertidísimo postergando el trabajo. Por tanto, a la hora de llevar a cabo nuestras tareas o compromisos
evitemos que el Niño controle la situación.
EL PADRE CRÍTICO NEGATIVO: La voz del crítico hace
que dudes de tus habilidades, objetivos y de ti mismo. El crítico augura fallos
a cada momento y pronostica lo peor. Si la tarea es dificil, la voz del Padre
Crítico Negativo no va a motivarte nada, al contrario hará que pienses de que
falta experiencia, habilidades, herramientas o inteligencia para poder hacer la
tarea. Con el ánimo por los suelos finalmente optarás por postergar la tarea
para otro momento.
La preocupación
es la actividad favorita del Padre Crítico, cosas terribles pueden pasar si …. Esto incluye diálogo interno como “Tengo que hacer esto si no seré un fracasado” “Todo el mundo te rechazará si no demuestras todo lo que vales”, en fin, sus exigencias son tan rotundas que el Niño puede perder todas sus energías luchando contra él o sometiéndose con desánimo.
EL ADULTO: El
Adulto es la voz de la razón y la lógica. Es esa parte en ti que sabe que
algunas tareas no son divertidas, pero son importantes para conseguir el
objetivo. Tu Adulto tiene la motivación interna para empezar a realizar las
tareas aburridas y desagradables y seguir con ellas.
Para lograr esto,
la energía del  Adulto debe superar al
Padre Crítico: “Sí, esto es difícil, pero he tenido éxito antes”,
“No tengo experiencia en esta área en particular, pero tengo experiencias
similares que me pueden ayudar” “No tengo la experiencia, pero puedo
aprender” “Otros lo han hecho y yo también puedo”.

El Adulto es muy
adecuado para la resolución de problemas. Cuando el Adulto se plantea hacer
algo, se pregunta: “¿Qué tengo que hacer? 
¿Cuál sería la
mejor manera de hacer esto? ¿Lo estoy haciendo bien? Si no, ¿cómo puedo hacerlo
mejor?
A veces, lo que
parece ser una postergación es en realidad el resultado de tomar una decisión
informada. Lo que marca la diferencia es la razón que hay detrás de la decisión.
Si tu razón para posponer es coherente y apropiada, puede ser el mejor plan de
acción. (Por ejemplo, abandonar tus clases de inglés porque te han aumentado tu
carga de trabajo y te es imposible llevar el trabajo acabo si no empleas el
horario del curso, abandonas porque tu Adulto te informa que no tienes tiempo
para ir a clase) Lo que se puede ver como la procrastinación es en realidad una
decisión informada basada en la realidad de tu situación.

Cuando pienses en
la posibilidad de postergar lo que estás haciendo o lo que tienes que hacer,
tomate el tiempo para preguntarte dos cosas: “¿Qué Estado del Yo estoy
escuchando ahora?” y “¿Es realmente ese el consejo que me ayudará a
conseguir mis objetivos?”

Y desde luego, cuando acabes la tarea, pon tu Niño a disfrutar!!
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