Michael A. Rothery
Entre los mensajes de guión, distinguimos los “mandatos” que a veces los designamos en AT con sinónimos más descriptivos: “maldiciones”, “mensajes de la Bruja”, “sortilegios”, etc…Hasta hoy, no parece que todos estos términos tengan un sentido distinto. Otros mensajes importantes son los que constituyen el armazón del
contraguión y que Kahler llamó “mensajes apremiantes” (KAHLER, 1974). Ha mostrado igualmente cómo, en el funcionamiento del guión, estos dos tipos se incluyen el uno en el otro. La persona se mueve de un lado a otro para obedecer a su mensaje apremiante, pero el mandato la retiene: el primero dice: “Vete”; el segundo, “¡Párate!” y ella se encuentra atrapada por este motivo en un “doble vínculo”.
contraguión y que Kahler llamó “mensajes apremiantes” (KAHLER, 1974). Ha mostrado igualmente cómo, en el funcionamiento del guión, estos dos tipos se incluyen el uno en el otro. La persona se mueve de un lado a otro para obedecer a su mensaje apremiante, pero el mandato la retiene: el primero dice: “Vete”; el segundo, “¡Párate!” y ella se encuentra atrapada por este motivo en un “doble vínculo”.
Una vez interiorizados, mandatos y mensajes apremiantes actúan como unas premisas a partir de las cuales la persona construye su vida.