Esta meditación combina la reflexión sobre la impermanencia con la observación de las transacciones internas y externas, proporcionando una perspectiva más profunda sobre la naturaleza cambiante de la experiencia humana:
1. Preparación
Encuentra un lugar tranquilo y siéntate en una posición cómoda. Cierra los ojos y lleva tu atención a la respiración para relajarte.
2. Conciencia de la Respiración:
Comienza centrándote en tu respiración. Observa cómo entra y sale el aire, reconociendo que cada inhalación y exhalación es única, nunca permanente.
3. Reflexión sobre la Impermanencia Interna:
Dirige tu atención a tu propio ser. Reflexiona sobre la impermanencia de tus pensamientos, emociones y sensaciones físicas. Observa cómo cambian constantemente, recordándote a ti mismo que todo en tu experiencia es transitorio.
4. Transacciones Internas:
Toma conciencia de las transacciones internas entre tus estados del yo. Observa cómo tu “Padre Crítico” puede interactuar con tu “Niño Libre” o cómo tu “Adulto Adaptado” gestiona situaciones cambiantes. Reconoce estas transacciones sin juicio, simplemente observando cómo fluyen y cambian.
5. Reflexión sobre la Impermanencia Externa:
Amplía tu atención a tu entorno y a las personas que te rodean. Reflexiona sobre la impermanencia de las relaciones, las circunstancias y los objetos materiales. Reconoce cómo todo está en constante cambio.
6. Transacciones Externas:
Observa las transacciones en tus interacciones con los demás. Reconoce cómo tus estados del yo interactúan con los estados del yo de los demás. Observa las fluctuaciones y cambios en las dinámicas de las relaciones.
7. Comprensión de la Impermanencia como Oportunidad:
Cultiva la comprensión de que la impermanencia no solo es una realidad, sino también una oportunidad para el crecimiento y la transformación. Acepta que los desafíos y cambios pueden llevar a nuevas perspectivas y posibilidades.
8. Regreso a la Respiración y Conclusión:
Vuelve tu atención a la respiración. Agradece la sabiduría que proviene de la comprensión de la impermanencia. Lleva contigo la conciencia de la transitoriedad en tu día, recordando que cada momento es único y valioso.