El análisis transaccional es una teoría humanista de las relaciones humanas, la personalidad y la comunicación. No puede dejar de aplicarse a las personalidades manipuladoras, a las relaciones de manipulación y a la comunicación que se emplea para generar el vínculo manipulativo. Para que exista manipulación se necesita un mínimo de dos partes, la parte perpetradora y la victima.
El lenguaje manipulativo a menudo se dirige a las emociones y la moral, en lugar de centrarse en los hechos o datos objetivos. Desde el A.T. se expresaría como que el lenguaje manipulativo se dirige al Padre (moral) y al Niño (emoción). La manipulación emocional, al Niño, consigue influir en las percepciones y decisiones de las personas, ya que las emociones suelen tener un impacto poderoso en nuestro pensamiento y comportamiento.
Al apelar a las emociones y la moral, se persegue generar sentimientos de miedo, indignación, simpatía o solidaridad para obtener una respuesta deseada. De esta manera las víctimas tomarán decisiones basadas más en la manipulación emocional que han sufrido que en una evaluación racional de los hechos.
Transacción manipuladora:
Líder (L): “Si no sigues mis instrucciones sin cuestionarlas, mostrarás falta de lealtad hacia mí y el equipo.”
Miembro del equipo (M): “Está bien, haré lo que me pides para demostrar mi lealtad.”
Respuesta correctora:
Líder (L): “Entiendo que buscas demostrar tu lealtad, pero también valoro tu experiencia y perspectiva. Podemos tener una conversación abierta para entender tus inquietudes y encontrar la mejor solución para el equipo.”
Transacción manipuladora:
Líder (L): “Si no trabajas horas extras y sacrificas tu tiempo personal, estarás demostrando falta de compromiso con el proyecto.”
Miembro del equipo (M): “No quiero parecer poco comprometido, trabajaré más horas aunque me agote.”
Respuesta correctora:
Miembro del equipo: “Entiendo tu preocupación por el compromiso, pero también es importante que cuidemos de nuestro bienestar y equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Podemos explorar formas de mejorar la eficiencia y distribuir las tareas de manera equitativa para alcanzar nuestros objetivos sin comprometer nuestra salud y bienestar.”
En estos ejemplos, el líder intenta manipular emocionalmente al miembro del equipo utilizando la lealtad y el compromiso como armas de manipulación. Sin embargo, las respuestas correctoras se centran en fomentar una comunicación abierta, valorar la perspectiva del equipo y promover el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Al abordar las situaciones desde el estado del yo Adulto, el miembro del equipo establece una relación de respeto mutuo, confianza y colaboración, evitando la manipulación emocional y promoviendo un entorno de trabajo saludable y productivo.
Es importante ser consciente de estas tácticas manipulativas y tratar de separar las emociones (miedo, inseguridad, etc) y la moralidad (compromiso, lealtad, etc.) de la evaluación objetiva de los hechos.
Al enfrentar argumentos o discursos manipulativos, es útil analizar la evidencia (interesarse por los datos reales, hechos, documentos, etc), buscar fuentes confiables, considerar diferentes perspectivas (qué pasaría si, que podríamos pedir como garantía sí, etc) y reflexionar sobre las propias emociones y sesgos.
Enfrentarse a los fakes news y a la gran distorsión manipulativa que genera cualquier perpetrador en las redes sociales o en los grupos requiere desarrollar habilidades de pensamiento crítico, tener conciencia de las tácticas manipulativas y promover un diálogo basado en la honestidad, la integridad y el respeto mutuo. Esto son formas efectivas de contrarrestar la influencia negativa de la manipulación, constante a través de redes sociales, en nuestras decisiones y acciones.