Precisamente estas técnicas de relajación son más apropiadas para la gente que menos cree poder enfrentarse a ellas.
Evitar enfrentarnos a nuestros diálogos internos o no escucharlos hace que estos incrementen en intensidad.
¿Te has preguntado si puedes estar sentado durante un tiempo sin hacer absolutamente nada? ¿Sólo disfrutar de tu respiración, de tus mundo interior y en definitiva de ti?. Quizá sólo el pensarlo te aterre. Y entonces, quizá, te estás perdiendo tu mejor compañía, tu poder personal y control emocional.
Estos ejercicios pueden servirte en un principio para “evitar el vacío” que se produce cuando uno no está acostumbrado a la introspección. Te ayudaran a relajarte, a visualizar aquello que deseas, a tu autoconocimiento y a practicar la respiración, base de la relajación.
Espero que te sirvan.