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El beneficio envenenado del Triángulo de Dramático

El Triángulo Dramático puede proporcionarnos ciertos beneficios gratificantes y cierta sensación de poder puesto que lo utilizamos para obtener algo del otro que no creemos poder obtener pidiéndolo directamente y de manera voluntaria.

Podemos conseguir que alguien se comporte de la manera que queremos mediante la intimidación (Perseguidor) o actuando como si fuéramos su Victima (para enganchar a su Salvador).

 También se puede obtener una patada en vez de conseguir lo que quieres de la otra persona. Sin embargo, conseguir lo que queremos de la otra persona suele tener también un coste . Por ejemplo, si usted intimida a alguien para que haga su tarea, podrá obtener el beneficio de no hacer la tarea y sentirse bien porque tiene lo que quería. La persona a la que ha intimidado, sin embargo, hará la tarea pero sentirá resentimiento hacia usted. El riesgo es que se guarde este resentimiento para usarlo en la próxima ocasión o para sabotear el trabajo o la tarea de alguna manera. Por eso, conseguir lo que quieres de otras personas usando el Triángulo Dramático puede ser gratificante en el corto plazo pero en el largo plazo, por lo general, hay un coste superior al beneficio.

Resolver las cosas a través del Triángulo de Dramático, la mayoría de las veces,  le ofrecerá una solución disfuncional. Por ejemplo, en el lugar de trabajo si un Jefe intenta conseguir que se realice un trabajo mediante el acoso o intimidación al empleado, a partir de ahí puede encontrase con dos energías enfocadas a una lucha de poder, en lugar de enfocarse en la tarea en sí. Peor aún, la tarea en sí misma puede convertirse en una herramienta para frustrar uno al otro. 

Los intercambios de energía: vasos comunicantes

Cuando alguien controla el comportamiento de otra persona a través del Triángulo Dramático, refuerza su propia energía de alguna manera, mientras que la otra persona se siente agotada. Por ejemplo desde el rol de Salvador ¿No ha sentido un subidón de energía cuando siente que ha resuelto el problema de otro? ¿Alguna vez se siente más seguro y más fuerte en su relación, ya que han obligado a su pareja a hacer algo para “probar” su amor por usted ? ¿Alguna vez llamó la atención de las personas actuando de manera distante? Si es así, entonces usted ha utilizado el Triángulo Dramático para obtener que la energía de otras personas que fluya hacia usted.

En la regata Oxford-Cambridge, los dos equipos de remo gastan aproximadamente la misma cantidad de energía física con el fin de cruzar la línea. Sin embargo, los ganadores se sienten energizados y triunfantes, los perdedores agotados y exhaustos. Sucede lo mismo en el Triángulo Dramático. Una persona se siente con energía, el otro se siente agotado.

En cualquier intercambio Triángulo Dramático hay un “ganador” y un “perdedor”. Aunque a la larga todos van intercambiar el éxito.

Jugar en el Triángulo Dramático puede ser potencialmente adictivo. Las personas que utilizan los diferentes roles pueden tener una descarga de adrenalina o una sensación de sentirse bien consigo mismos porque han hecho que otra persona haga o sienta lo que quería. Esto puede ser usado como un medio de evitar malos sentimientos acerca de sí mismos.

¿Cómo se aprende el rol? 

Las personas actuamos en roles diferentes en momentos diferentes. En general, sin embargo, cada uno tiende a interpretar su papel favorito más frecuentemente que los demás. Cada persona tiene un rol “base”.

Cada uno de nuestros padres ha tenido una tendencia a actuar en uno de los roles con más frecuencia que los otros. Como niños, si fuimos expuestos a una figura paternal que actúaba en un papel básicamente existen muchas probabilidades de que hayamos desarrollado una tendencia a desempeñar este rol o su rol reactivo. Estos son los patrones más comunes.

Padre InterrogadorHijo Distante. El niño se retira y se pone a la defensiva en contra de las preguntas impertinentes de los padres.

Padre DistanteHijo Interrogador
El niño trata de llamar la atención de los padres y reclamar la energía para que fluya hacia él o ella, haciendo preguntas.

Padre Intimidador – Hijo “Pobre de mí” El niño aprende el papel de Víctima en respuesta a la intimidación de los padres. Desde el rol de Victima tratan de que la energía del padre fluya hacia él mediante la obtención de simpatía. El niño desarrolla el papel de Víctima para tratar de evitar ser intimidado.

Padre Víctima – Niños Rescatadores.
El niño actúa para tratar de impedir que el padre “sufra más”. El niño trata de mantener al padre Víctima feliz, por lo general, a expensas de sus propias necesidades y deseos.

Padre Salvador – Hijo Salvador. El padre puede optar por poner siempre las necesidades del niño primero a expensas de sus propias necesidades. Pero a veces el padre se derrumba y el niño se siente culpable por ello. El niño puede estar en la posición de cuidador de los padres, que generalmente implica negar sus propias necesidades y deseos.

 ¿Cuál es la alternativa?

La alternativa son las relaciones en las que las personas no están tratando de controlar unos a otros. Si la gente deja de” tratar de controlar”, se enfocaran en encontrar maneras de cooperar unos con otros y trataran de negociar abiertamente con los demás para encontrar soluciones a los problemas.
Nuestra energía se consume en el Triángulo de Dramático, por lo que salir de él libera una gran cantidad energía.

Las personas que no están tratando de controlar unos a otros son más propensas a disfrutar de la compañía del otro de tal manera que se siente más relajado y equilibrado.
Esto no significa que en casos concretos el triángulo dramático no sea necesario y positivo, por ejemplo, la mayoría de la gente probablemente agradecería encontrar un Salvador si estuvieran ahogándose en un estanque o atrapado en el último piso de una casa en llamas. El objetivo es conocer estos patrones, para que podamos tener más opciones acerca de cómo nos comportamos y cómo hacernos cargo de nosotros mismos. Como he escuchado a Francisco Massó en alguna ocasión: que cada uno pueda ocuparse de su jardín.

Es cierto que en determinadas ocasiones nos es muy difícil reconocer a una verdadera víctima de una Víctima de rol.  Se puede evitar entrar en el juego desde el rol de Salvador, partiendo un concepto de apoyo saludable que implica tener el poder:

 • Puedo Rechazar o negociar. Está bien decir no a la otra persona o pedir a cambio otra cosa que necesito.
• Puedo sentir que está bien dejar a las personas a cargo de sí mismos, incluso cuando esto significa que tendrán que vivir sus propias luchas (y crecer con ellas!)
• Puedo confiar en que las personas desarrollarán sus propias habilidades
• Puedo dar un apoyo saludable de manera gratuita, libre de expectativas de cobro, preocupaciones u otros intereses.
• Puedo apoyar sintiendo que nadie roba energía el uno del otro

 ¿Qué puedo conservar como positivo del Triángulo de Dramático?

Las habilidades que se aprenden en los roles del Triángulo pueden ser útiles para nosotros en nuestras vidas utilizadas de manera distinta. Es decir, si dejamos de usarlas manipulativamente. No es necesario desechar o rechazar las habilidades que hemos aprendido a utilizar en el pasado. Pueden resultar útiles si se utilizan de una forma no dominante.

Si ha aprendido a ser un inquisidor (Perseguidor), por ejemplo, usted será bueno para hacer preguntas y obtener una información de otras personas. Un inquisidor puede ser un buen periodista, ya que estas habilidades son útiles para ese trabajo. Alguien que ha aprendido a asumir el papel de Víctima puede tener una habilidad para la compasión que puede usar de manera positiva y no para el control.

El desafío consiste en orientar las habilidades de cada rol de una manera positiva y no de control. Y no porque tengamos que ser “buenos” sino porque deseamos vivir mejor.

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