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Emociones y Sentimientos

Mi amigo Agustín anda dándole vueltas al tema de las emociones y los sentimientos. Con su mente crítica y analítica, trata de dirimir las diferencias que hay entre ellas, perfilarlas y aislarlas, buscando que sus conocimientos adquiridos y sus reflexiones sobre este asunto cuadren con precisión suiza.

Dice:  “Yo la posición de los que defienden que la diferencia entre emociones y sentimientos estriba en que sean consciente unos e inconscientes otros, es que no la veo. Vamos, de hecho, la considero una simplicidad, aunque muy repetida. Y sobre que las emociones son físicas y los sentimientos no, pues tampoco, puesto que los sentimientos también generan cambios físicos. De ahí la diferente actitud corporal, por ejemplo, del orgulloso o del apesadumbrado. Quizá el dicho “verde de envidia” sea reflejo.

Reflexiona un minuto y continúa: “En cualquier caso, no estoy jugando a un “sí, pero”. Excusándose ante sus contertulios.  “Es que llevo tiempo dándole vuelas y me interesan vuestras opiniones, para seguir perfilando ambos conceptos.”

Agustín, tratando de aunar todas las ideas aportadas por el grupo y poner en orden sus ideas, prosigue: “Veamos, hasta ahora, qué aportaciones hemos hecho. Mi interés es eminentemente práctico  y forma parte de mi proceso de educación emocional” -apunta intentando justificar su insistencia. “Una de las patas centrales es diferenciar las emociones. Entre vuestras opiniones encontré:
– Que las emociones son reacciones automáticas (Vicente)
– Que son inmediatas, y sobre todo fugaces. Si se ha fijado en la memoria ha sido porque fue de tal intensidad que se grabó como hecho traumático. En cambio los sentimientos son sostenidos en el tiempo, e incluso se pueden eternizar. (Katia)
– Que se pueden apreciar en animales superiores (Alejandro)
– Esquema básico:

El estímulo es externo si se percibe por cualquiera de los sentidos físicos. El estímulo es interno cuando su origen está en la memoria, en una evocación, como un mandato o atribución del Padre, o en un deseo insatisfecho del Niño, sea real o fantaseado. Pero también como consecuencia ante una conclusión o cálculo probabilístico del Adulto. P. ej. “hacemos números”, y si el resultado es positivo nos alegramos, pero si no es el caso nos entristecemos

Ya hemos visto el origen del estímulo. Aquí viene muy bien el AT. Ante un estímulo externo, cualquier puede decir “lo sentí yo”. Pero ¿y cuando se trata de uno interno? Como va de “yo” a “yo” (o de “yo” a “tú” y demás combinaciones), el AT nos permite un análisis más fino. 

El receptor de la emoción según el AT reside en el Niño, a quien puede llegar directamente o filtrado por el Padre o Adulto. En el ejemplo anterior, el Niño está a la escucha y expectante ante los cálculos del Adulto. Cuando el Adulto arroja el resultado, ése es el estímulo que provocará la emoción del Niño. Por otra parte, en mi opinión el Padre es generador o modulador de estímulos emocionales, pero no es receptor directo.

– Los sentimientos residen en el Padre, ya que en éstos es importante la cultura, la costumbre, lo aprendido.
– Los sentimientos cumplen unas funciones no necesariamente idénticas a las emociones (v. Castilla del Pino).
– Los sentimientos se pueden descomponer en la suma de emociones más básicas.
– Si los sentimientos son suma de emociones a los que ocasionalmente se añade lo cultural, se puede decir que la repetición de una combinación de emociones cristalizan en determinados sentimientos.
– A diferencia de lo que ocurre con las emociones, sí considero apropiado catalogar a los sentimientos como positivos o negativos, aunque también haya excepciones. ¿Por qué? Los sentimientos se basan en una o varias emociones repetidas en el tiempo ante un objeto/estímulo. Muchas alegrías generarán un sentimiento de felicidad. Muchas situaciones de miedo e ira llevarán al odio.
– Clasificar las emociones en positivas y negativas, aparte de carecer de sentido, sobre todo crea un problema de “permisos”. P.ej., al prohibir o negar las negativas, desaparecen las naturales y se abre la puerta al Padre Crítico, los rackets y los Rescates.

Muy interesante todo lo recogido, reflexiona Agustín.  E invita al grupo a profundizar en ello: “Por si le interesan a alguien, mis principales referencias sobre el tema son:

– Claude Steiner, Educación emocional y El corazón del asunto.
– Carlos Castilla del Pino, Teoría de lo sentimientos.
– Adam Smith, Teoría de los sentimientos morales.

Respecto a la expresión de las emociones, el clásico de Darwin y el trabajo de Paul Ekman en sus libros” Concluye Agustín.

Su amiga Rosa, aquella que conoció en un curso con Steiner le pasa una entrada de su blog, una entrada que ha realizado buscando sobre le tema para poder contestarle . Quizás, sugiere ella, el Padre es el que forma la creencia que subyace a un sentimiento, sentimiento tal que ha sido formado por las suma de determinadas emociones (Niño) reactivas a un estímulo (interno o externo) de forma reiterada.

Cualquier estimulo se asocia a una emoción. Emociones de me gusta, no me gusta, me divierte, me asquea, me aburre, me parece vacío, incluso me es indiferente. Las emociones para cada uno de nosotros forman parte del significado de las palabras. A cada significante aprendido desde nuestra infancia le asignamos significados cargados con emociones. Te dejo este enlace Agustín, le dice ella.

Después de ver el vídeo, Agustín, sigue leyendo el post de su amiga Rosa:

Las emociones, pues, son impresiones esenciales del mundo y de nuestra relación con él. Las emociones van a construir nuestras actitudes ante la realidad.

Además, las emociones están conectadas a los sistemas biológicos, y están diseñadas para alertar del peligro, o para atraer lo placentero. Si no poseyéramos emociones no podríamos detectar los peligros a los que podemos estar expuestos, ni tendríamos la motivación para prevenir los peligros futuros, motivación (trabajar para no morirme de hambre mañana).

Por ejemplo, vamos a ver como funciona el proceso:

Presencia del estímulo. Nos encontramos en una calle con un hombre
que nos apunta con una pistola. Sentimos terror.


Cambios físicos. Estos cambios están en forma de señales
corporales innatas que se activan de forma automática (amígdala). Ante el
peligro inminente se trata de luchar o huir. La adrenalina comienza a correr a
través de la corriente sanguínea, los músculos están listos para la acción. La
frecuencia cardíaca y la respiración también se incrementa.

Interpretación. Se debe interpretar todas las variables para  reaccionar de forma correcta a fin de
preservar tu integridad. Esto se hará en base a toda la información disponible
en tu entorno, así como conocimientos previos o las habilidades que se poseen,
todo ello te permitirá tomar la mejor decisión, 
quedarte y luchar o salir corriendo?

Acción. Ahora ejecutarás tu decisión.
Imagínate en el mismo escenario,
excepto que, ahora, tú  conoces al tipo y
sabes que es un vecino que le da por salir con su pistola de juguete a asustar
a la gente pero que es totalmente inofensivo. Tus emociones y sensaciones
pueden variar desde la risa y la empatía hasta la fatiga por tener que aguantar
sus tonterías, o alternarás de unas a otras, pero es seguro que el miedo no
estará presente.
Este conocimiento previo te
ofrece nuevas emociones, entre ellas la de seguridad y protección.

Las emociones son intensas, pero
temporales.
A medida que las cosas o sucesos
externos los asociamos a emociones, esta asociación se recoge en el
subconsciente y comienza a acumularse. 
Si estas asociaciones se repiten varias veces  la asociación quedará definitivamente creada y
se convertirá en un sentimiento. Finalmente, uno puede llegar a una
conclusión definitiva acerca de la vida emocional, la forma de vivir, y lo más
importante, cómo sobrevivir física y mentalmente en un mundo de caos. Cuando
esto ocurre se produce un sentimiento. De esta manera, las emociones sirven
como una especie de “fábrica de sentimientos”.
Una vez que se establecen los
sentimientos, a menudo estos retroalimentan a las emociones para obtener el
resultado adecuado para garantizar la supervivencia.
Veamos como ocurre:
Imagínate que ves a tu hijo
acercarse a una toma de corriente con un clip de metal en la mano. Tu
sentimiento de amor a tu hijo, va a generar la emoción temporal de miedo y te
hará actuar con rapidez y gritar “¡No!” Y agarrarás la mano de tu
hijo para llevarla lejos del enchufe. Tal vez tu hijo responderá con sorpresa y
enfado, y desafiante intentará volver a insertar el clip en el enchufe. Tu
sentimiento de amor por tu hijo puede generar la emoción temporal de ira porque
tu hijo está expresando terquedad y falta de respeto a tus intentos de
preservar su vida. Tu sentimiento siempre es el mismo, las emociones van variando en función de los nuevos estímulos.
He aquí otro ejemplo quizás más
clarificador. Imagínate que un encantador de serpientes profesional te
ofrece la oportunidad de tocar una serpiente. Puedes sentir la emoción de
“alegría”, por tocar la serpiente, porque realmente quieres tener esa
experiencia y las sensaciones que van junto con ella. Sin embargo, tienes
dificultad para hacerlo porque también tienes 
“miedo” de que pueda hacerte “algo”. La solución?
Abordar la situación con mucha cautela. La precaución es un sentimiento
sostenible que es el punto de equilibrio entre dos posibilidades emocionales
temporales. En este caso, la del “miedo” y la “alegría”.
Los sentimientos son producto de
las emociones. Pero se diferencian en que las emociones son intensas y de corto
plazo y los sentimientos son: discretos, estables y sostenidos en el tiempo.


Sentimientos: 
Emociones:
dicen “cómo vivir”.
dicen lo que “me gusta” y
“disgusta”.
“Hay
una manera
correcta e incorrecta
de ser.”
“Hay buenas y malas acciones.”
Los
sentimientos establecen nuestra
 actitud a largo plazo hacia la
realidad.
Las emociones establecen nuestra actitud inicial hacia la realidad.
Los
sentimientos nos alertan de los
 peligros
previstos
 y nos preparan para la acción.
La emoción nos alerta de los peligros
inmediatos
 
y nos prepara para la acción
Los
sentimientos garantizar a
 largo plazo la supervivencia de uno mismo. (Cuerpo y mente).
Las emociones aseguran la supervivencia inmediata de uno mismo. (Cuerpo – mente).
Los sentimientos son de baja intensidad pero sostenibles
Las
emociones son intensas
 pero temporales.
Son sentimientos:
Son emociones:
La felicidad
Alegría
La preocupación
Miedo
La alegría
Entusiasmo
La amargura
Ira
El Amor
Lujuria
Depresión
Tristeza

  

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