Cada vez más médicos recomiendan la meditación como fórmula para mejorar la salud. Esta técnica milenaria ayuda a reducir el estrés y, con tiempo y paciencia, puede lograr una disminución de la presión sanguínea.
A parte de subrayar lo beneficioso de la meditación, el número de julio de ‘Mayo Clinic’ introduce algunas claves para su práctica. De este modo, la clave parece estar en encontrar un elemento único en el que centrar toda nuestra atención. La respiración, un mantra (una palabra o sonido asignados por el instructor), una frase o una oración, son algunos de los puntos en los que nos podemos fijar.
La búsqueda del ambiente adeacuado y de la posición correcta también resulta fundamental. Un lugar tranquilo, una postura cómoda, una música relajante de fondo y cerrar los ojos, son algunos de los trucos para realizar la meditación correctamente.
Para concluir, los autores del artículo señalan que esta técnica requiere “tiempo, dedicación y práctica”, que es algo que no todo el mundo esta dispuesto a aportar. A menudo la gente pierde la paciencia y decide no continuar con esta práctica. Sin embargo, los autores resaltan la importancia de seguir porque con el tiempo se logrará aprender a calmarse a uno mismo. Se trata de un aprendizaje muy beneficioso puesto que tiene consecuencia directa en la mejora de la salud y el bienestar.
Desde enfermedades consideradas puramente biológicas como el sida o el reumatismo hasta otras con un claro componente psicológico como las adicciones o las tendencias suicidas están bajo el influjo del bienestar espiritual del individuo. En muchos casos, el medio para alcanzar un estado de paz interior es a través de las meditaciones
Recientemente se han presentado varios experimentos sobre los efectos de la meditación en los que se observaba que los individuos controlaban mejor el estrés y que sus sistemas inmunes se habían fortalecido. El cerebro de las personas que practican este tipo de técnicas también experimenta cambios.
Algunos científicos opinan que la meditación podría aumentar los niveles de un neurotransmisor, la serotonina, cuya deficiencia está asociada a la aparición de depresión. Quizá con el tiempo y unas cuantas investigaciones más se pueda demostrar que es más eficaz y placentero estar en paz con uno mismo que tomar Prozac.
MEDITAR PARA SANAR
Las terapias alternativas están de moda y parece que cada vez hay más evidencias científicas para recurrir a ellas. Este es el caso de la meditación ya que, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Wisconsin, esta técnica produce más anticuerpos (los agentes defensivos de nuestro organismo) que los que se consiguen con la vacuna de la gripe. Además, su práctica activa zonas cerebrales relacionadas con las emociones positivas.Cada vez existen más lugares especializados en ofrecer cursos para aprender esta técnica. La meditación se utiliza para eliminar todos los pensamientos que continuamente pasan por nuestra cabeza. Ghen Kelsang Tharpa, maestro del centro budista Vajrayana Madrid, explica que se trata de “aprender a ‘calmar’ la mente, analizar nuestros patrones intelectuales y transformar lo negativo en positivo. Debemos superar las emociones que nos hacen sufrir y cambiarlas por otras que nos abran caminos para conseguir más equilibrio en nuestra vida”.
La base científica de este proceso viene explicada por la investigación llevada a cabo por el doctor Richard J. Davidson y sus colaboradores de la Universidad de Wisconsin. En este estudio, publicado en la revista ‘Psychosomatic Medicine’, participaron 14 empleados de una compañía de biotecnología que recibieron clases de meditación durante una semana y otros tantos que no lo hicieron. También se les pidió que la realizaran en su hogar durante una hora diaria seis días a la semana, con la ayuda de instrucciones grabadas en cintas de audio. Además, todos ellos recibieron la vacuna de la gripe durante ese periodo.
Davidson y sus colaboradores registraron la función eléctrica del área izquierda y frontal del cerebro que suele estar más activa cuando la persona experimenta determinadas formas de emociones positivas y una menor ansiedad.
Los investigadores midieron esta actividad cerebral en diferentes ocasiones, mientras los empleados descansaban o cuando escribían experiencias de su vida tanto negativas como positivas. También analizaron la respuesta del sistema inmunológico entre los participantes determinando el nivel de anticuerpos producidos tras la vacuna de la gripe.
Después de ocho semanas, aquellos empleados que habían practicado la meditación durante todo ese tiempo presentaban más actividad eléctrica en las áreas cerebrales relevantes y mayor nivel de anticuerpos que aquellos participantes que no habían recibido entrenamiento para meditar. El aumento de la actividad cerebral también se relacionó con el incremento de anticuerpos entre los meditantes.”Nuestros resultados indican que un corto programa de entrenamiento para meditar, de forma no muy avanzada, muestra efectos sobre el cerebro y el sistema inmunológico y subrayan la necesidad de nuevas investigaciones sobre las consecuencias biológicas que tiene este tipo de intervención”, explica el Dr. Davidson.
No hace falta dedicar mucho tiempo para practicar este tipo de terapia ya que, según el maestro Tharpa, cinco o 10 minutos diarios durante 10 semanas son suficientes para conseguir más calma y energía positiva.Francesca Zúñiga directora del centro City-Yoga, en Madrid, comenta que cada vez son más los adeptos a esta técnica. “En la vida moderna hay muchos factores que interrumpen el contacto con uno mismo (televisión, ordenador….). Tenemos muy poco tiempo para encontrar la estimulación dentro de nosotros, la gente cada día vive con más estrés”.
FUENTE DEL TEXTO: WWW.ALIMENTACION-SANA.ORG